23/11/09

Dolor muscular por el uso del móvil

Escribir mensajes de texto de forma excesiva puede causar molestias en el cuello y en el brazo, aunque se pueden evitar

Las lesiones musculares que provoca el uso indiscriminado de las nuevas tecnologías son cada vez más frecuentes. Una de las dolencias más conocidas es el denominado "pulgar de la Blackberry", por el hecho de escribir demasiados mensajes de texto con el móvil. Este exceso no sólo genera dolor articular en la mano, como se ha creído hasta ahora. Dos nuevos estudios aseguran que también puede causar dolor en el brazo y en el cuello. Uno de los trabajos precisa, no obstante, que hay formas sencillas de evitar males peores.

* Autor: Por NÚRIA LLAVINA RUBIO
* Fecha de publicación: 23 de noviembre de 2009

El abuso de la comunicación por mensajes de texto (SMS) produce lesiones físicas, sobre todo, en el cuello, hombros y brazos. Sentarse bien y mantener una postura correcta de la espalda cuando se escriben es fundamental para no desarrollar dolores articulares en el cuello. Usar más de un dedo al teclear es otra recomendación.

Un estudio de la Academia Sahlgrenska de Suecia ha publicado un estudio en el que constata esta realidad. Otro trabajo de la College of Health Professions and Social Work, de la Universidad de Temple (Filadelfia, EE.UU.), comparte las mismas conclusiones. Este último defiende la necesidad de empezar a estudiar los efectos de este tipo de comunicación vía móvil, en especial, entre los más jóvenes: los SMS son la forma de comunicación más común entre los 18 y los 21 años, por encima de las llamadas o el correo electrónico.

Del ordenador al móvil

Si bien hasta el momento esta dolencia era más característica de los mayores que habían pasado años delante de la pantalla de un ordenador, ahora los más jóvenes son objeto de estudio porque a largo plazo podrían sufrir las mismas consecuencias. La forma en la que una persona se coloca cuando envía mensajes de móvil es similar a la adoptada frente al teclado de un ordenador: hombros inmóviles y movimiento rápido y acelerado de los dedos.

Por las similitudes entre las dos acciones, el trabajo estadounidense asegura que el uso continuado del móvil podría conllevar: síndrome del túnel carpiano (dolor que abarca desde el antebrazo hasta la mano); bursitis en la muñeca, el antebrazo, el codo o el hombro (inflamación del saco lleno de líquido que se encuentra entre el tendón y la piel o el hueso); y tendinitis (inflamación de un tendón) como resultado de una sobrecarga.

Movimientos repetitivos

Según el estudio realizado en Suecia, es primordial ser conscientes de cómo el uso del teclado del móvil puede afectar al cuerpo, salud y capacidad para trabajar. La clave está en el tiempo que se utiliza a lo largo del día y en el hecho de que es una acción repetitiva. Los dispositivos modernos de comunicación, así como la mayor parte de las videoconsolas, se han asociado a varias lesiones dolorosas, en general musculares, debido al estrés por reiteración de pequeños movimientos.

Recomendaciones

Para evitar el dolor que puede generar la escritura continuada de SMS, los expertos suecos aportan en su trabajo varios consejos. El primero hace referencia a la postura: recomiendan que, al igual que al sentarse delante de un ordenador, hay que evitar permanecer en la misma posición durante largos periodos. Conviene levantarse a menudo y hacer descansos, si se piensa enviar un número excesivo de mensajes. También proponen que los brazos tengan una inclinación de 90 grados, como las rodillas, y que los pies se apoyen sobre el suelo.

La posición encorvada que a menudo se adopta, debido al tamaño pequeño del teclado, está desaconsejada. Para no ejercer presión adicional sobre el cuello y la parte superior de la espalda, el dispositivo móvil debe apoyarse sobre una mesa y la espalda debe descansar sobre el respaldo de la silla. Por último, hay que usar los dos dedos pulgares y hacer una pausa cuando se escriba un mensaje largo, para no sobrecargar el mismo dedo ni el resto de la extremidad superior.

Las lesiones originadas por el uso excesivo de las nuevas tecnologías pueden tardar años en desarrollarse, por lo que todavía pocas personas acuden a la consulta por lesiones de este tipo. No obstante, es previsible que en unos años el escenario cambiará.

LA OTRA CARA DE LOS SMS

Los mensajes de texto pueden ser también una fuente de salud. Gracias a ellos, se han puesto en marcha estrategias innovadoras que podrían ayudar a muchas personas a tomarse los medicamentos en el horario adecuado y de forma correcta. En un experimento realizado en el Sistema de Salud UC Davis, en EE.UU., se enviaron mensajes de texto a varias personas que debían aplicarse un protector solar para reducir la posibilidad de contraer cáncer de piel. Las probabilidades de aplicarse el producto aumentaron en un 50% entre quienes recibieron el mensaje, tal y como se publica en la revista "Archives of Dermatology".

La mayoría de las personas llevan consigo el móvil durante todo el día, por lo que la comunicación vía SMS entre doctor y paciente puede ser regular y económica. A mediados de año, un grupo de investigadores del Hospital Mount Sinai, en Nueva York (EE.UU.), inició una campaña parecida con 41 niños que se habían sometido a un trasplante hepático. En cada caso, el paciente o el cuidador detallaron los horarios preferidos para los recordatorios. A su vez, debían responder con otro mensaje de texto. El seguimiento se mantuvo durante medio año. A los seis meses del inicio del programa, el porcentaje de pacientes que seguían el tratamiento oscilaba entre el 40% y el 50%, frente al 15% que lo incumplía.

En enero de 2009, el Hospital Universitario Germans Trias i Pujol puso en marcha una iniciativa para que enfermos de hepatitis C tomaran de manera adecuada la medicación. Se envía un SMS al móvil de un grupo de pacientes seleccionados, con objeto de prevenir y solucionar problemas relacionados con el tratamiento de la enfermedad.

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