16/8/13

Afecciones por cambios de clima 16-08-2013


Afecciones por cambios de clima
 
Varias complicaciones respiratorias de diversa gravedad se presentan cuando comienza el otoño e invierno. Recomendaciones para prevenirlas.

Los cinco principales trastornos son: «gripe, otitis, bronquitis agudas, exacerbaciones agudas de la bronquitis crónica y neumonía. Una posible complicación de la gripe es la sinusitis (la inflamación de los senos paranasales). También pueden descompensarse enfermedades previas: un asmático puede hacer broncoespasmos, se puede desestabilizar una insuficiencia cardíaca, se puede exacerbar una obstrucción pulmonar en los bronquíticos crónicos y una diabetes se puede descompensar».
Por eso hay pacientes considerados de riesgo para la gripe: los mayores de 64 años y los menores de esa edad con factores predisponentes: cardíacos crónicos, pulmonares crónicos, renales crónicos, diabéticos, asmáticos y otros con algún déficit de su inmunidad (los quimioterápicos, los que usan corticoides, los trasplantados).

Prevención

Los especialistas coinciden en que la mejor prevención es la vacuna contra la gripe. «Los grupos de riesgo que aún no se han vacunado están a tiempo: la actividad del virus en la Argentina hasta el momento no ha llegado a su pico máximo. La neumonía, en pacientes con enfermedades respiratorias crónicas, como la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) o el asma bronquial, podría tener complicaciones graves. Y también en pacientes con enfermedades cardiovasculares crónicas. En cambio, el tratamiento con vacunas de tipo hipoalergénico no se ha probado efectivo para la prevención de complicaciones respiratorias invernales.
En general la gripe se contagia hasta 4 días después de comenzados los síntomas. Se aconseja no ir a trabajar, a la escuela o a lugares públicos. Lavarse las manos con frecuencia. Tomar mucha agua y comer en modo saludable.
También hay recursos provistos por la naturaleza para combatir las enfermedades invernales, o sufrirlas sólo en modo atenuado, o evitar complicaciones.

Entre ellas se encuentran:
  • Líquidos: Ingerir muchas bebidas tibias durante el día. Beber mucha agua ayuda a mantener las mucosas hidratadas, favoreciendo la expulsión de mucosidades cuando se está resfriado. Se recomiendan también otros líquidos, como las sopas de verduras, que proveen saciedad, dan calor y tienen pocas calorías. Los jugos de frutas aportan vitaminas y minerales. Hay que evitar el café (que impide la absorción de vitaminas y minerales) y las gaseosas (que engordan). Es importante evitar las bebidas alcohólicas cuando se está al aire libre y donde el clima es húmedo y frío, porque disminuyen el calor corporal y la agudeza visual.
  • Comidas calientes: Pollo sin piel, carnes rojas como nalga, cuadril, bola de lomo, peceto. No están prohibidas las cazuelas, estofados, carbonadas, pero es preferible evitar el agregado de panceta o chorizo colorado, que tienen demasiado colesterol.
  • Hidratos de carbono: Son adecuados los panes integrales, cereales integrales, papas, batatas, nueces, avellanas, maní, chocolate y pastas. Pero es importante que formen parte de un plan alimentario personalizado para no excederse en calorías.
  • Nutrientes que refuerzan las defensas: Podemos reforzar las defensas consumiendo alimentos que provean vitamina C, vitamina E y zinc. Esto lo encontramos en: Vitamina C (Pomelo, limón, naranja, mandarina, kiwi, ají, berro, tomate), Vitamina E (Germen de trigo, frutas secas, aceite de girasol, brócoli, batata, palta y cereales integrales), Zinc (Mejillones, semillas de calabaza y girasol, carnes con poca grasa, leche, queso, legumbres, cereales integrales).

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