18/7/14

Linfedema /18-07-2014


Linfedema

El sistema linfático está constituido por una red de vasos linfáticos especializados y varios tejidos y órganos en todo el cuerpo que contienen linfocitos (glóbulos blancos) y otras células que ayudan al cuerpo a combatir las enfermedades y las infecciones. Los vasos linfáticos son similares a las venas pero tienen una pared mucho más delgada. Algunos de estos vasos están muy cerca de la superficie de la piel y se encuentran cerca de las venas; otros están justo debajo de la piel y adentrados en el tejido adiposo cerca de los músculos y pueden encontrarse cerca de las arterias. Los músculos y las válvulas dentro de las paredes de los vasos linfáticos cercanos a la superficie de la piel ayudan a recoger fluidos y proteínas de los tejidos a través de todo el cuerpo y transportar la linfa en una sola dirección, hacia el corazón. La linfa es transportada lentamente a través de vasos linfáticos cada vez más grandes y pasa a través de unas estructuras pequeñas en forma de frijol llamadas ganglios linfáticos. Los ganglios linfáticos filtran las substancias dañinas al cuerpo y contienen linfocitos y otras células que activan el sistema inmunitario para combatir las enfermedades. Eventualmente, la linfa fluye hacia uno de dos conductos grandes en la región del cuello. El conducto linfático derecho recoge linfa del brazo derecho y el lado derecho de la cabeza y el pecho, desembocandola en una vena grande bajo la clavícula. El conducto linfático izquierdo o conducto toráxico recoge la linfa de ambas piernas, como el brazo izquierdo y la parte izquierda de la cabeza y el pecho, desembocándola en una vena grande bajo la clavícula izquierda.

El sistema linfático recoge exceso de fluidos y proteínas de los tejidos corporales y los devuelve al torrente sanguíneo. Las proteínas y las sustancias que son demasiado grandes se transportan a través de las paredes de las venas y se recogen mediante los vasos linfáticos porque tienen paredes más delgadas. El edema puede presentarse cuando hay un aumento en la cantidad de fluidos, proteínas y otras sustancias en los tejidos corporales debido a problemas en los vasos capilares, venas y un bloqueo en el sistema linfático.

El linfedema se puede categorizar como primario o secundario. El primario es un trastorno hereditario poco común en el cual tanto los ganglios como los vasos linfáticos no existen o son anormales. El secundario suele ser producto de un bloqueo o interrupción en el sistema linfático, usualmente los nódulos linfáticos en el área de las ingles y las axilas. Los bloqueos pueden ocasionarse por infección, cáncer o tejidos cicatrizados como consecuencia de la radioterapia o la extirpación quirúrgica de los ganglios linfáticos. Este sumario trata del linfedema secundario.

Presentación gradual versus presentación aguda del linfedema

Existen cuatro tipos de linfedema agudo. El primer tipo de linfedema agudo, es ligero y dura corto tiempo, que se presenta a los pocos días de realizarse la cirugía para extirpar los ganglios linfáticos o después de lesiones a los vasos linfáticos o venas justo debajo de la clavícula. El miembro afectado podría aparecer tibio y ligeramente enrojecido, pero generalmente no es doloroso y suele mejorar en el lapso de una semana si se mantiene levantada la pierna o el brazo afectado, y ejercitando los músculos asociados con el miembro afectado (por ejemplo, abriendo y cerrando el puño). El segundo tipo de linfedema agudo se presenta de 6 a 8 semanas después de una operación o durante el curso de la radioterapia. Este tipo de linfedema es una consecuencia de la inflamación de ya sea los vasos linfáticos o las venas. El miembro afectado es sensible, tibio o caliente, y enrojecido y su tratamiento consiste en mantener el miembro elevado y en tomar medicamentos antiinflamatorios. El tercer tipo de linfedema agudo, se presenta con frecuencia después de una picada de insecto, una herida o golpe leve, o una quemadura que ocasione infección en la piel y en los vasos linfáticos cercanos a la superficie de la piel. Puede ocurrir en un brazo o pierna que se encuentra crónicamente inflamado. El área afectada se presenta rojiza, muy sensible, y caliente y su tratamiento consiste en mantener la pierna o el brazo elevado y en tomar antibióticos. No se debe utilizar bomba de compresión y el área afectada no se debe envolver con bandas elásticas durante las etapas tempranas de la infección. Un leve enrojecimiento podría continuar después de la infección. El cuarto y a la vez el tipo mas común de linfedema agudo se desarrolla lentamente y se empieza a notar entre 18 a 24 meses después de una operación o hasta varios años después del tratamiento del cáncer. El paciente podría experimentar incomodidad en la piel; picazón en el cuello, los hombros, la espina dorsal o las caderas, esto como consecuencia de estirar los tejidos blandos o el exceso en la utilización de los músculos; o cambios en la postura lo cual puede aumentar el peso que soporte el brazo o la pierna.

Linfedema temporal versus crónico

El linfedema temporal es un trastorno que dura menos de 6 meses. La piel se hunde al hacerle presión y se queda hundida, pero no se endurece. El paciente corre más riesgo de desarrollar linfedema si presenta una de las siguientes condiciones:

  • Drenajes quirúrgicos que dejan escapar proteínas en el lugar de la cirugía.
  • Inflamación.
  • Incapacidad de mover los miembros.
  • Pérdida temporal de la función linfática.
  • Obstrucción de una vena por un coágulo sanguíneo o inflamación.
El linfedema crónico (a largo plazo) es el más difícil de tratar de todos los edemas. El sistema linfático dañado de la parte afectada del cuerpo es incapaz de manejar el aumento de fluido que necesita drenarse de los tejidos corporales. Esto puede presentarse a causa de una de las siguientes:
  • Recurrencia o diseminación de un tumor a los ganglios linfáticos.
  • Infección o lesión a los vasos linfáticos.
  • Periodos de estar incapacitado de mover los miembros.
  • Radioterapia o cirugía.
  • Incapacidad de controlar los síntomas tempranos de linfedema.
  • Bloqueo de una vena por un coágulo sanguíneo.
El paciente que está en los estadios tempranos del linfedema presentará inflamación que se hunde cuando se le aplica presión y permanece hundido pero suave. La inflamación se mejora con facilidad dandole apoyo al brazo o la pierna en una posición elevada y mediante ejercicios ligeros y al usar prendas de vestir elásticas que sirvan de soporte. Los problemas continuos con el sistema linfático ocasionan que los vasos linfáticos se expandan, permitiendo que la linfa retroceda hacia los tejidos corporales y agrave el problema. El dolor, ardor, enrojecimiento e hinchazón se presentan según el cuerpo trata de deshacerse del exceso de fluido. La piel se torna dura y tiesa, no compresible, y ya no se puede obtener mejoría al elevar la pierna o el brazo ni al usar soportes elásticos.

Los pacientes con linfedema crónico son más propensos a infecciones. Aún no existe un tratamiento eficaz para los pacientes que sufren de linfedema crónico avanzado. Una vez que los tejidos corporales han sido repetidamente estirados, el linfedema puede recurrir mas fácilmente.
 
Factores de riesgo

Entre los factores que pueden conducir al desarrollo del linfedema se encuentran la aplicación de radioterapia al área de donde se extirparon ganglios linfáticos, problemas postoperatorios que ocasionan inflamación del brazo o la pierna, un alto número de ganglios linfáticos extirpados durante la operación y ser mayor de edad.

Entre los factores de riesgo del linfedema se encuentran los siguientes:
  • Cáncer de mama, si el paciente recibió radioterapia o se le han extirpado ganglios linfáticos. La aplicación de radioterapia a la axila después de extirparse los ganglios linfáticos y tener un alto número de ganglios linfáticos extirpados aumenta el riesgo de desarrollar linfedema.
  • Extirpación de los ganglios linfáticos de las axilas, ingles y áreas pélvicas.
  • Radioterapia a las axilas, ingles, región pélvica o región del cuello.
  • Cicatrización de los tejidos en los conductos linfáticos o las venas y bajo la clavícula, ocasionada por la cirugía o la radioterapia.
  • Cáncer que se ha extendido a los ganglios linfáticos del cuello, pecho, axilas, pelvis o abdomen.
  • Los tumores que crecen en la pelvis o el abdomen y que presionan los vasos linfáticos o el ducto linfático mayor en el pecho y obstruyen el drenaje linfático.
  • Tener una dieta inadecuada o estar pasado de peso. Estos trastornos pueden retrasar la recuperación y aumentar el riesgo de linfedema.
Diagnóstico

Aún no existen criterios específicos para diagnosticar el linfedema. Alrededor de la mitad de los pacientes que sufren de edema ligero describen que la pierna o el brazo afectado se siente más lleno o pesado que de costumbre. Para determinar si el paciente presenta linfedema, se debe tomar su historial clínico y hacerle un reconocimiento físico completo. El historial debe dar cuenta de cualquier cirugía pasada, problemas postoperatorios, y del tiempo transcurrido entre la cirugía y la aparición de síntomas de edema. Se debe determinar si ha habido algún cambio en el edema, así como cualquier infección o lesiones pasadas. También es importante para el diagnóstico averiguar cuales medicamentos está tomando el paciente.



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