7/4/15

Si quiere que ese trabajo sea suyo, vigile su postura 07-04-2015

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Si quiere que ese trabajo sea suyo, vigile su postura

Experimentos hallan más pensamientos abstractos y voluntad para tomar medidas en personas que tienen una postura 'expansiva'

Si realmente desea ese trabajo, vigile su postura.
La forma en que usted se sienta y se pone de pie dice mucho sobre cómo se siente sobre sí mismo, y a su vez, qué tan bien le irá en una entrevista durante estos tiempos económicos difíciles, según un nuevo estudio.

Investigadores de la Facultad de Negocios Kellogg de la Universidad de Northwestern en Illinois encontraron que los alumnos que tenían una postura "expansiva", es decir los brazos extendidos y una pierna casualmente cruzada, puntuaron más alto en las variables que medían su sentido del poder, pensamiento abstracto y voluntad para tomar medidas que sus iguales con una postura "restringida", con las manos debajo de los muslos, los hombros caídos y los pies cruzados.

En tres experimentos diferentes, el equipo de investigación demostró que la postura física expansiva, específicamente una posición desinhibida del cuerpo y ocupación del espacio, puede activar el sentido de poder de una persona más que su rol o posición jerárquica, como ser el jefe.

"Las investigaciones anteriores han demostrado que básicamente hay muchas formas con las que podemos incrementar nuestro sentido del poder", dijo la coautora del estudio Li Huang, candidata doctoral de la universidad.

"Encontramos básicamente que la postura es el factor que determina si alguien tomará medidas o no", apuntó Huang. "El rol no pudo predecirlo".

La voluntad para actuar y la capacidad de pensar de manera abstracta son criterios establecidos en la investigación para medir el sentido del poder, según el estudio publicado en la edición de enero de Psychological Science.

En cada experimento participaron entre 57 y 77 individuos que incluían a hombres y mujeres. Los resultados fueron mayormente similares en ambos sexos, señaló Huang.

A los sujetos del estudio se les asignó de manera aleatoria el papel de empleado o jefe antes de participar en varias actividades. Se les dijo que podrían dar instrucciones, en el caso que desempeñaran la función de jefe, o seguir instrucciones, en el caso de que actuaran como empleado, mientras intentaban resolver un rompecabezas. El impacto del papel frente a la postura se midió luego en una serie de otras actividades.

En un experimento, los sujetos tenían posturas expansivas y restringidas, y luego se les pidió que completaran fragmentos de siete palabras con la primera palabra que les viniera a la mente. Se otorgó puntos solo por las palabras relacionadas con el poder y los que habían desempeñado una posición de poder antes de la prueba obtuvieron puntuaciones más altas.

En otro experimento, los participantes tenían que decidir si tomaban o no una carta durante un juego de blackjack y se les pidió que identificaran objetos ocultos parcialmente en imágenes fragmentadas. Tomar una carta puntuaba como tener voluntad para actuar. La identificación de objetos ocultos era una medida de pensamiento abstracto. En ambos casos, los que tenían una postura expansiva obtuvieron una puntuación más alta.

Y en un tercer experimento, a los participantes se les pidió que recordaran un momento en que tenían el control sobre alguien o un incidente en el que alguien tenía poder sobre ellos. Luego tenían que decidir si tomaban medidas en tres escenarios, incluido abandonar el lugar de un accidente de avión para buscar ayuda o unirse a un movimiento para liberar a alguien encarcelado injustamente. Aunque los recuerdos de poder o subordinación pasados no tuvieron un efecto significativo en la elección de los participantes, los investigadores encontraron que aquellos que tenían una postura expansiva volvían a ser más propensos a tomar medidas que los que tenían una postura restringida.

"En humanos y animales, la expansividad del cuerpo parece estar ligada al poder", según el estudio, y por tanto "ejerce un fuerte efecto, incluso en humanos, sobre el comportamiento".

"Las personas suelen pensar en el poder como algo que se tiene según el rol en una sociedad u organización", apuntó Amy J.C. Cuddy, profesora asistente de la Facultad de medicina de Harvard. "Lo realmente interesante acerca de estos resultados de la postura y el poder, y el papel del poder es que la postura [tiene un mayor impacto] sobre el poder psicológico".

"Es un hallazgo bastante espectacular", agregó Cuddy, que enseña un curso sobre el poder psicológico, la persuasión y la influencia en la Harvard, y que también ha realizado investigaciones sobre el efecto de la postura.

Su investigación, que es citada por el estudio, demostró que las posturas de poder cambia las funciones en el sistema endocrino. Los niveles de testosterona aumentaron tanto en hombres como mujeres, y los niveles de cortisol (la hormona del estrés) disminuyeron después de que los sujetos tuvieron posturas "expansivas", señaló.

"No estamos tratando de crear machos alfa ni imitaciones de Gordon Gekko", apuntó Cuddy, en referencia al protagonista agresivo de la película de 1987 Wall Street. "No es un buen paso ir a una entrevista y tratar de dominar. Tampoco es deseable ser demasiado sumiso". En tales situaciones, las personas quieren proyectar "confianza y calidez", señaló.

Armados con los resultados del estudio, los que buscan empleo y los gerentes de mandos intermedios frustrados que tratan de salir adelante durante la recesión quizá deseen tomar en cuenta su lenguaje corporal antes de solicitar un nuevo puesto de trabajo.

La postura es "una solución elegante y sencilla" para incrementar su sentido de poder, apuntó Cuddy.

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