17/12/16

Un estudio resalta el poder del efecto placebo [17-12-16]


Un estudio resalta el poder del efecto placebo

A unos pacientes de Parkinson que les dieron fármacos falsos les fue mejor con el medicamento 'más caro'

Un nuevo estudio, con pacientes de enfermedad de Parkinson, amplía incluso más lo que se sabe sobre el bien conocido "efecto placebo". El efecto placebo es el fenómeno en que los síntomas de las personas mejoran tras tomar una sustancia inactiva, simplemente porque creen que el tratamiento funciona.

El pequeño estudio se llevó a cabo con doce personas, y sugiere que los pacientes de Parkinson parecen sentirse mejor (y sus cerebros podrían incluso cambiar de verdad) si creen que están tomando un medicamento costoso.

En promedio, los pacientes tuvieron unas mayores mejoras a corto plazo en síntomas como los temblores y la rigidez muscular cuando se les dijo que recibían el medicamento más caro de dos fármacos.

En realidad, ambos "fármacos" no eran más que una solución salina administrada por inyección. Pero a los pacientes del estudio se les dijo que un fármaco era un medicamento nuevo con un precio de 1,500 dólares por dosis, mientras que el otro solo costaba 100 dólares, aunque según les aseguraron los investigadores se esperaba que ambos medicamentos tuvieran efectos similares.

Pero cuando se evaluaron los síntomas motores de los pacientes unas horas tras recibir los medicamentos falsos, mostraron unas mejoras más grandes con el placebo costoso.

Además, unas IRM mostraron diferencias en la actividad cerebral de los pacientes, dependiendo de qué placebo habían recibido.

Nada de esto quiere decir que ni los síntomas ni las mejoras de los pacientes fueran "imaginarios", enfatizaron los expertos.

"Incluso una afección con señales y síntomas medidos de forma objetiva puede mejorar con el efecto placebo", aseguró el Dr. Peter LeWitt, neurólogo del Hospital Henry Ford de West Bloomfield, en Michigan.

Y es algo que "no es exclusivo del Parkinson", añadió LeWitt, autor de un editorial publicado con el estudio en la edición en línea del 28 de enero de la revista Neurology. La investigación ha documentado el efecto placebo en varias afecciones médicas, afirmó.

"El mensaje principal es que los efectos de los medicamentos pueden ser modulados por factores sobre los que los consumidores no están conscientes, como las percepciones sobre el precio", dijo LeWitt.

En el caso del Parkinson, se cree que el efecto placebo podría surgir de la liberación del neurotransmisor dopamina en el cerebro, según el líder del estudio, el Dr. Alberto Espay, neurólogo del Colegio de Medicina de la Universidad de Cincinnati.

La enfermedad de Parkinson se origina cuando las neuronas que producen la dopamina dejan de funcionar, llevando a síntomas motores como temblores, músculos rígidos y problemas con el equilibrio y la coordinación.

Y el cerebro produce más dopamina cuando una persona anticipa una recompensa, como el alivio de los síntomas con un fármaco.

Para Espay, los nuevos hallazgos son más evidencias de que las "expectativas" desempeñan un rol importante en los resultados del tratamiento.

"Si se espera mucho, es probable que se reciba mucho", dijo.

Los pacientes del estudio no recibieron tanto alivio de los dos placebos como de su medicamento regular, la levodopa, un medicamento estándar para el Parkinson.

Pero la magnitud del beneficio del placebo caro fue más o menos de la mitad entre el placebo barato y la levodopa, según los investigadores. Además, la actividad cerebral de los pacientes con el placebo caro fue similar a la observada con la levodopa.

¿Significa esto que los medicamentos caros del mercado solo funcionan porque la gente cree que funcionarán?

LeWitt lo duda. Los medicamentos nuevos son aprobados porque funcionan mejor que los placebos en ensayos clínicos, comentó.

Pero la realidad, anotó LeWitt, es que las personas tienden a tener ciertas creencias sobre los medicamentos que podrían influir sobre su efectividad.

Apuntó que la investigación muestra que los consumidores con frecuencia creen que las pastillas grandes funcionan mejor que las pequeñas, que las de marca son mejores que sus equivalentes genéricos y que las pastillas rojas combaten el dolor mejor que las azules.

Los síntomas de los 12 pacientes del estudio se evaluaron cada hora durante unas cuatro horas tras recibir cada placebo. No está claro si las mejoras en los síntomas se mantendrían a largo plazo, pero Espay dijo que siempre que los pacientes sigan creyendo en los "fármacos", quizá sí.

Según Espay, existe el potencial de que los médicos usen el efecto placebo para ayudar a los pacientes de Parkinson u otras afecciones a que les vaya mejor con sus tratamientos.

Planteó que quizá sea tan sencillo como mencionar que la nueva receta es cara, aunque no cueste 1,500 dólares por dosis. Para muchas personas, el placebo "barato" del estudio parecería caro, anotó.

Pero Espay también señaló que la investigación sobre los efectos del placebo contienen un mensaje más importante: la mentalidad de las personas tiene poder sobre cómo les va con una enfermedad.

"Gran parte del pronóstico de un paciente no tiene nada que ver con nosotros los médicos", señaló.

Como el estudio conllevaba un engaño de los participantes, la junta de revisión de la universidad lo escudriñó antes de su inicio. La junta dictaminó que el estudio cumplía con las regulaciones federales sobre la investigación, y que el engaño no tendría efectos adversos sobre el bienestar de los participantes, según los editores de la revista.
 

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