25/10/06

El consumo de cerveza propicia la deshidratación *

El consumo de cerveza propicia la deshidratación.

El alcohol no sólo no combate la hidratación, sino que no la propicia debido a sus conocidos efectos diuréticos y a su necesidad de expulsar más líquidos de los ingeridos. Esto también se deduce del estudio "El alcohol en Europa: Una perspectiva de salud pública", elaborado por el Instituto para el Estudio del Alcohol, en Reino Unido.

La intensa ola de calor que se vive en toda Europa, y con más crudeza en España, ha disparado el consumo de líquidos, que se ha incrementado en 2,5 litros al día por individuo. Y la cerveza es uno de los remedios "estrella" en verano, aunque los especialistas previenen del enorme peligro que puede generar su consumo excesivo.

"Se tiene tendencia a pensar que las bebidas alcohólicas van bien cuando uno tiene sed, pero también es conocido por todo el mundo que cuando uno toma cerveza, la tendencia a orinar aumenta extraordinariamente. Porque el alcohol tiene un efecto diurético", explica el Dr. Antoni Gual, de la Unidad de Alcohología del Hospital Clínic de Barcelona.

Lo que en realidad sucede es que cuando tomamos bebidas alcohólicas, esa ingesta nos lleva a eliminar el alcohol gastando más agua de la que hemos ingerido y, por lo tanto, se acaba produciendo un efecto de deshidratación. "Es común que toda persona que haya bebido en exceso, al día siguiente se despierte con mucha sed. Una de las recomendaciones que se dan es que se consuma agua a la vez que se bebe, ya que el efecto deshidratador del alcohol vendrá enseguida", agrega el Dr. Gual.

La conclusión final de este experto es que "para hidratarse no es recomendable el consumo de alcohol; lo más recomendable es el agua"

Europa, continente líder en consumo de alcohol

"El alcohol en Europa: Una perspectiva de salud pública" desvela datos relevantes y, así, se afirma que el viejo continente es la región del mundo donde se consume más alcohol, a pesar de que los 11 litros de alcohol puro bebidos por cada adulto y año siguen representando una sustancial caída desde el reciente pico de consumo de 15 litros, a mediados de la década de los 70.

En los últimos 40 años, se ha asistido también a una armonización de los niveles de consumo en la Unión Europea, con aumentos en Europa Central y del Norte entre 1960 y 1980, coincidiendo con un descenso consistente en la Europa del Sur.

La mayor parte de europeos consumen bebidas alcohólicas, pero 55 millones de adultos (15%) se abstienen. "Teniendo en cuenta este hecho y el consumo no registrado, el consumo por bebedor alcanza los 15 litros por año", agrega el informe. Casi la mitad de este alcohol es consumido en forma de cerveza (44%), dividiéndose el resto entre vino (34%) y licores (23%).

Dentro de la Unión Europea, los países nórdicos y centrales beben sobre todo cerveza, mientras que el sur de Europa se bebe sobre todo vino, aunque España sería una excepción reseñable.

En la mayor parte del continente, alrededor del 40% de las ocasiones el consumo de alcohol se concentra en la cena, aunque en los países del sur es mucho más probable consumirlo también a la hora del almuerzo.


La ingesta de cerveza crece en España


Según queda reflejado en la "Guía práctica de intervención en el alcoholismo", auspiciada por la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid y el Colegio de Médicos de Madrid, los patrones en el consumo de alcohol en España han registrado cambios importantes en la segunda mitad del siglo XX. Si desde los años 50 hasta los 70 la bebida alcohólica más consumida era el vino, a partir de los ochenta la cerveza y los licores han empezado a ganar protagonismo.

Hasta 1985, las preferencias por el alcohol se repartían: 51% para el vino, 25% para los destilados y 24% para la cerveza. Las actuales muestran lo siguiente: 36,3% para la cerveza, 29,8% para el vino y 20,7% para los combinados. Estos últimos centran el interés de los bebedores, sobre todo los fines de semana, mientras que la cerveza y el vino se mantienen preferentemente de lunes a jueves.

Aunque todavía sigue habiendo diferencias importantes por sexos (de dos a cuatro varones bebedores por cada mujer), las encuestas más recientes revelan que cuanto más joven es el segmento de población estudiado, menores son las diferencias, puesto que las españolas empiezan a beber a edades cada vez más tempranas, a semejanza de los hombres.

España tiene tres millones de personas con problemas derivados del alcohol. Como sentencia el Dr. Gual, afirma que es muy importante insistir en que la cuestión no es el tipo de bebida que se ingiere, sino la cantidad de alcohol contenido en la misma. "Cualquier bebida que lleve alcohol es potencialmente peligrosa", asegura.

Este experto habla de adicción, aparición de patologías irreversibles y aumento de gasto sanitario. "Es muy importante señalar que el alcohol es la única droga en la que se ha descrito una toxicidad para todos los órganos y sistemas del ser humano", concluye.

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