31/7/08

Hemorragias Nasales

Una tarde, mientras estás sentado en clase de ciencias naturales, notas que te empieza a moquear la nariz. Al tiempo que te preguntas si te estarás acatarrando, te suenas, observas el pañuelo de papel y te quedas de piedra: ¡Es sangre! Te está sangrando la nariz y, si eres como la mayoría de los chicos y chicas de tu edad, es posible que te dé un poco de vergüenza. Preferirías que nadie se diera cuenta, y es posible que también estés algo asustado.

A pesar de que las hemorragias nasales suelen ser inocuas, no duelen y son fáciles de controlar, puede darte la impresión de que estás perdiendo litros se sangre por la nariz. Procura no preocuparte; casi siempre, las hemorragias nasales son fáciles de detener.

Cortar el chorro

Prueba los siguientes consejos para cortar la hemorragia nasal:

  • Utiliza pañuelos de papel o un paño húmedo para recoger la sangre.
  • Siéntate o ponte de pie para mantener la cabeza más alta que el corazón.
  • Inclina la cabeza hacia delante y presiona ambas ventanas nasales a la vez justo debajo del hueso central de la nariz. El hecho de aplicar presión ayuda a cortar la hemorragia y generalmente la nariz deja de sangrar si se ejerce una presión constante durante 10 minutos -pero no vayas comprobando si se ha cortado la hemorragia.
  • Aplica una compresa fría, por ejemplo un hielo envuelto en un paño o un pañuelo de papel, sobre el área que hay alrededor de la nariz. Aplicar presión con un trocito de algodón colocado en el interior del labio superior también puede ayudar.
Si te está sangrando la nariz, no te suenes. Si lo haces, podrías aumentar la hemorragia. Tampoco inclines la cabeza hacia atrás. Esta práctica habitual haría que la sangre te bajara por la garganta. Si tragaras sangre, podrías vomitarla.

Si has probado los pasos que acabamos de describir dos veces seguidas pero la nariz te sigue sangrando después de 10 minutos, deberás ir a la enfermería de tu colegio o instituto o bien al médico.

Una vez cortada la hemorragia, no levantes objetos pesados ni realices otras actividades que requieran esfuerzo, y no te suenes la nariz en 24 horas. Asimismo, mantén la cabeza más alta que el corazón.

Ahora que ya sabes cómo cortar la hemorragia, veamos qué es una hemorragia nasal y qué la provoca.

Distintos tipos de hemorragias nasales

El tipo más habitual de hemorragia nasal es la hemorragia anterior, que, como indica su nombre, se produce en la parte anterior de la nariz. Los capilares, unos vasos sanguíneos diminutos ubicados en el interior de la nariz, se pueden romper y sangrar, provocando una hemorragia.

Otro tipo de hemorragia nasal es la hemorragia posterior, que, como indica su nombre, se produce en la parte posterior o más profunda de la nariz. En este tipo de hemorragias, la sangre fluye por la parte posterior de la garganta incluso aunque la persona esté sentada o de pie. Los adolescentes es raro que tengan este tipo de hemorragias, que ocurren más a menudo en personas mayores, personas con hipertensión y personas que se han lesionado la nariz o la cara.

Causas y remedios

La principal causa de una hemorragia nasal anterior es el aire seco. Un clima seco o una calefacción demasiado alta pueden irritar y resecar las membranas nasales, formándose costras, que pueden producir picor y sangrar al ser manipuladas. Los catarros y otras infecciones provocadas por virus también pueden irritar las mucosas que recubren el interior de la nariz. Las hemorragias también se pueden producir después de sonarse repetidamente. La combinación de un catarro y aire seco es una fórmula perfecta para que se produzca una hemorragia nasal.

Las alergias también causan problemas, y el médico te puede recetar medicamentos como antihistamínicos o descongestivos para controlar el picor de nariz, el moqueo o la nariz tapada. Estos fármacos también te pueden resecar las membranas nasales y contribuir a que te sangre la nariz.

Una herida en la nariz o el hecho de sonarte también te pueden provocar hemorragias nasales, que no suelen ser motivo de alarma. Si alguna vez te haces una herida en la nariz, sigue los pasos señalados previamente para cortar la hemorragia. Si no logras cortarla al cabo de 10 minutos o te parece que puedes haberte roto la nariz, busca un profesional de la medicina inmediatamente.

Una hemorragia nasal aislada no suele ser motivo de preocupación, pero las hemorragias frecuentes pueden indicar un problema más grave. Si te sangra la nariz más de una vez por semana, deberías ir al médico. La mayoría de los casos de hemorragias nasales frecuentes son fáciles de tratar. A veces los capilares que hay dentro de la nariz se irritan y no cicatrizan bien. Esto ocurre a menudo en los adolescentes que tienen alergia crónica y/o se acatarran frecuentemente. Si tú tienes ese problema, lo más probable es que un médico pueda darte la solución.

Si tu médico descarta una infección de senos nasales, una alergia y/o vasos sanguíneos irritados, es posible que te mande otras pruebas para averiguar por qué te sangra tan a menudo la nariz. En contadas ocasiones, la causa podría ser un trastorno hemorrágico, aunque es muy poco probable que este tipo de trastornos se manifieste en primer lugar en forma de hemorragias nasales.

La cocaína (u otras drogas que se esnifan o inhalan por la nariz) también puede provocar hemorragias nasales. Si sospechas que un amigo tuyo toma cocaína, intenta hablar con él sobre ello y pide ayuda a un adulto de confianza.

Prevenir las hemorragias nasales

Siempre que te suenes la nariz (sobre todo si estás acatarrado), hazlo con suavidad y utiliza un pañuelo de papel suave. No te suenes con demasiada fuerza ni te metas los dedos en la nariz.

Es posible que el médico te recomiende un humidificador para humedecer el aire seco. También puedes evitar que las vías nasales se te resequen o irriten durante los meses de invierno utilizando algún lubricante, como la vaselina, antes de acostarte por las noches. Aplica una porción del tamaño de un guisante en un bastoncillo de algodón e introdúcetelo con suavidad dentro de cada ventana nasal, sobre todo hacia la parte central de la nariz (denominada tabique nasal). Algunos médicos recetan gotas de solución salina con la misma finalidad.

Cuando practiques deportes en los que es fácil lesionarse la nariz, lleva un equipo protector adecuado para evitar o minimizar posibles lesiones.

Tener una hemorragia nasal de vez en cuando puede asustar un poco, pero no es necesario que cunda el pánico - ¡ahora ya sabes qué tienes que hacer!

Revisado por: Steven Dowshen, MD
Fecha de la revisión: noviembre de 2004




Enviado por Dr. José Manuel Ferrer Guerra


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