4/6/09

El timbre del teléfono celular de un desconocido podría afectar la manera en que usted piensa

Un estudio encontró que treinta segundos con el timbre del timbre se relacionaba con una reducción del 25 por ciento en las puntuaciones de una prueba

Por Amanda Gardner
Reportero de Healthday

JUEVES, 4 de junio (HealthDay News/Dr. Tango) -- Como si la gente necesitara otro motivo para estar cansada de los teléfonos celulares de los demás, los investigadores informan ahora que apenas treinta segundos del timbre de timbre cercano de un desconocido pueden afectar el pensamiento, por lo menos brevemente.

Los estudiantes, que ignoraban que participaban en un experimento en el aula, observaron cómo disminuían sus puntuaciones en una prueba después de que sonaba el teléfono de un "compañero de clases".

El hallazgo demuestra que "esos sonidos de nuestro ambiente tienen implicaciones en el mundo real", advirtió la autora líder del estudio, Jill Shelton. "Distraen. Afectan el rendimiento en el aula de manera significativa".

Shelton, quien hace poco publicó los hallazgos en la revista Journal of Environmental Psychology, señaló que "estos datos indican que no es sólo algo molesto. En realidad lleva a una reducción del aprendizaje, ya sea en una reunión de negocios, en el aula o en otro lugar". Actualmente, Shelton es becaria de postdoctorado del departamento de psicología de la Universidad de Washington en San Luis, pero completó el estudio mientras era estudiante doctoral de la Universidad Estatal de Luisiana.

La mayor parte de la investigación sobre el impacto de los teléfonos celulares se ha enfocado en su uso durante la conducción. La mayoría de las investigaciones ha encontrado una mezcla que distrae y potencialmente peligrosa.

Investigaciones anteriores también han indicado que el cerebro humano sólo puede atender a una cantidad finita de estímulos al mismo tiempo.

En el nuevo estudio, Shelton y sus coautores llevaron a cabo una serie de experimentos, tanto en el laboratorio como en ambientes universitarios del "mundo real", para determinar la manera en que los timbre s de los celulares afectaban el rendimiento cognitivo.

Primero, en el laboratorio, los estudiantes fueron expuestos a distintos tipos de sonido, ruidos "irrelevantes" no relacionados con teléfonos celulares y de una fuente sin determinar, un timbre estándar de teléfono celular, y un timbre de celular que consistía en algunos compases del himno del equipo de fútbol americano de la Universidad Estatal de Luisiana.

"En ese momento, la LSU competía en el campeonato nacional de fútbol americano", apuntó Shelton. "El 99 por ciento de las personas [del estudio] conocían la canción".

Se pidió a los estudiantes que realizaran una tarea sencilla en una computadora, que consistía en tomar decisiones de si los símbolos que veían en la pantalla eran palabras o no. Les dijeron que no habría distracciones, pero sí las hubo. De hecho, la tarea fue interrumpida unas veinte veces en cada ensayo por ruidos que incluían timbre s de celular.

El resultado fue que "Los participantes que escucharon el sonido se distrajeron al principio, sin importar qué sonido fuera. Y realizaron sus tareas mucho más lentamente", advirtió Shelton.

Sin embargo, los que escucharon el ruido irrelevante pudieron volver a su tarea mucho más rápido que los que escucharon uno de los timbre s de teléfono celular. Y los que escucharon el himno del equipo de fútbol de la LSU fueron los que más tardaron en combatir la distracción.

¿A qué podría deberse que una distracción de un timbre de celular sea peor que un ruido "irrelevante"?

"Creemos que se debe a que los teléfonos celulares son más prevalentes en el ambiente cotidiano. La gente está acostumbrada a contestar los celulares", postuló Shelton. "Tienen esta reacción automática que no pueden controlar, y esto es particularmente cierto cuando se habla de un timbre de celular que tiene relevancia personal para ellos".

Sin embargo, en todos los casos, apuntó Shelton, "aunque estos sonidos de hecho sí interrumpían, eran breves y la gente pudo recuperarse, al menos en el laboratorio".

Pero luego, Shelton se hizo pasar por estudiante en una clase universitaria sobre psicología infantil.

En un momento que se había programado con anterioridad, el teléfono celular de Shelton timbró durante unos treinta segundos sin que ella lo contestara ni lo silenciara, provocando una serie de miradas reprobatorias de sus compañeros de clases.

Inmediatamente después, los estudiantes calificaron 25 por ciento menos en una prueba sorpresa que contenía preguntas sobre la información que había sido presentado (tanto oral como visualmente) mientras sonaba el celular.

"Se trata de una reducción bastante considerable en el rendimiento", apuntó Shelton.

En otro experimento, Shelton buscó el teléfono celular en su bolso de manera muy obvia. Luego de este incidente, a los estudiantes les fue incluso peor cuando trataron de recordar la información.

Shelton señaló que cuando se avisó que el teléfono iba a sonar, la interrupción en la atención fue menos grave.

"Advertir a la gente podría ayudarles a ignorarlo", aseguró Shelton.

Según la información de respaldo del artículo, más de 262 millones de personas en los EE. UU. usan actualmente teléfonos celulares. Shelton apuntó que, en este momento,la mayoría de universidades parecen confiar en la cortesía elemental de los estudiantes para controlar el uso de teléfonos celulares en clase, en lugar de reglas explícitas.


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