* Puede estar contaminado con salmonella, afirman
El Sol de Cuautla
23 de enero de 2010
La Redacción
Cuautla, Morelos.- El huevo es un alimento nutritivo que debe tener especial cuidado en su almacenamiento. Antes de guisarlo se recomienda que se lave bajo el chorro de agua, ya que existe el riesgo de que el cascarón esté contaminado con salmonella. La contaminación se puede dar cuando el huevo es expulsado por la gallina.
La Coordinación Delegacional de Nutrición y Dietética del Instituto Mexicano del Seguro Social, recomienda no consumir el huevo en caso de que el cascarón esté quebrado o manchado con excremento o sangre de la gallina y/o la fecha de caducidad esté vencida.
El almacenamiento de este producto debe ser en un sitio fresco. Por precaución no se recomienda reutilizar los envases de huevo (cartón, bolsas etcétera) donde se expende, el riesgo es que estén contaminados por salmonella.
Dicha Coordinación señaló que el cascarón tiene dos membranas interiores con un revestimiento protector llamado cutícula, es poroso, y por lo mismo permite que entren y salgan gases; al envejecer el huevo este espacio se agranda. El huevo fresco es aquel que presenta un olor y sabor característico, con un tiempo máximo de quince días después de la postura, con yema centrada y la cámara de aire apenas perceptible.
Se recomienda que los niños mayores de 10 meses y menores de doce años consuman un huevo diario. A partir de esta edad hasta los 35 años, se puede consumir hasta cinco a la semana.
En general sólo se debe consumir hasta tres huevos a la semana, siempre y cuando la persona no tenga niveles altos de colesterol. Se recomienda no comerlo crudo, ya que puede provocar alergias. Por su contenido proteico se debe controlar su ingesta en personas con Parkinson.
Debido a las proteínas de alto valor biológico y su contenido de hierro se recomienda su consumo en todas las edades, principalmente a las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia, adolescentes y niños mayores de diez meses; para prevención y tratamiento de anemia, en desnutrición, así como en pacientes que requieren regeneración tisular o presenten procesos infecciosos (úlceras de presión, cirugía general, quemaduras y neoplasias).
Por su bajo contenido en hidratos de carbono y alto en fósforo es poco cariógeno, ya que impide la formación de microorganismos en la placa dentobacteriana.
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