31/7/10

La exposición al plomo en la niñez se relaciona con conducta criminal más adelante *


Un estudio de 30 años encuentra que mayores niveles de plomo en la sangre aumentan el riesgo de arresto en la adultez

Los niños que son expuestos al plomo a temprana edad son más propensos a ser arrestados más adelante en sus vidas.
Un estudio que aparece en la edición del 27 de mayo de PLoS Medicine constituye la primera evidencia empírica de que los niveles elevados de plomo en la sangre, tanto en la madre embarazada como en el niño, se relacionan con conducta criminal en la adultez temprana.

"Nunca hubiera pensado que veríamos estos efectos a finales de la veintena", afirmó la coautora del estudio, Kim Dietrich, profesora de salud ambiental de la Universidad de Cincinnati. "En realidad esto me sorprende y preocupa bastante. Aunque los niveles de plomo han disminuido en este país, una gran proporción de la población que ahora está en la veintena y treintena tenía niveles en la sangre en este rango neurotóxico".

La exposición al plomo en la infancia se ha relacionado con conducta antisocial, un CI más bajo, déficits de atención, hiperactividad y funciones débiles del control ejecutivo, factores de riesgo de conducta delincuente en el futuro (en particular, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad es un factor de riesgo de conducta criminal en la adultez). Los estudios también han relacionado las ventas de gasolina con plomo o los altos niveles de plomo atmosférico a la conducta criminal.

Aunque su uso se ha controlado recientemente, en el pasado el plomo se usaba ampliamente en la pintura, en la soldadura de las tuberías de agua y en la gasolina. El gobierno de EE.UU. prohibió la pintura y la soldadura con plomo en 1978 y 1986, respectivamente. Para 1996, se había dejado de usar la gasolina con plomo. Estos esfuerzos lograron una disminución dramática del número de niños de EE.UU. que tenían niveles de plomo en la sangre considerados "preocupantes" (de 13.5 millones en 1978 a 310,000 en 2002).

Pero muchos edificios más antiguos, sobre todo los que se encuentran en barrios pobres y marginados, siguen teniendo plomo en las paredes y alfeizares. A principios de este año, el gobierno de los EE.UU. emitió nuevas reglas diseñadas para proteger a los niños de la exposición a la pintura con base de plomo durante las reparaciones y renovaciones de viviendas y edificios. Las nuevas reglas entrarán en vigencia en 2010.

El artículo de Dietrich es parte de un estudio de mayor tamaño iniciado en 1979 para estudiar los efectos de la exposición al plomo tanto prenatal como en la infancia temprana sobre el crecimiento y desarrollo de los niños. Las mujeres embarazadas reclutadas para el estudio vivían en áreas de Cincinnati con una alta concentración de viviendas más antiguas contaminadas con plomo.

Para el informe actual, los investigadores evaluaron las concentraciones de plomo en la sangre durante el embarazo además de las concentraciones en 250 niños a intervalos regulares hasta que tenían casi siete años de edad. Información sobre arrestos y encarcelamiento proveniente de los registros del condado años más tarde se correlacionó con esos niveles de plomo en la sangre.

Los índices de arresto eran más altos a medida que aumentaban las concentraciones de plomo en la sangre. La asociación entre niveles altos de plomo en la sangre y los crímenes violentos fue aún más intensa. Cualquier elevación de cinco microgramos por decilitro de los niveles de plomo en la sangre aumentaba el índice de arresto por ofensas violentas en más de 25 por ciento, dijo Dietrich.

Esto se sostuvo aún tras ajustar una multitud de otros factores.

"En esencia, eliminamos las variaciones que podrían dar cuenta del ambiente temprano en casa, como su salud al nacer, la ingesta de drogas y alcohol de la madre durante el embarazo, su propia ingesta de drogas tras nacer y como adolescentes y adultos jóvenes", explicó Dietrich.

Otro artículo en la misma edición de la revista encontró que, en base a datos de IRM, la exposición al plomo durante la niñez se asociaba a reducciones en el volumen de la materia gris en el cerebro en la adultez. Las reducciones se relacionaban a regiones específicas, que incluían las responsables de la función ejecutiva, la regulación del estado de ánimo y la toma de decisiones. Las reducciones eran más sorprendentes en los hombres que en las mujeres.

"Esto reafirma que no hay una dosis segura de plomo", afirmó Kim Cecil, coautora del artículo acompañante y profesora asociada de radiología, pediatría y neurociencia del Colegio de medicina de la Universidad de Cincinnati y del Hospital infantil de Cincinnati.

Y aunque el plomo se ha eliminado en gran parte en los países desarrollados, lo mismo no pasa necesariamente en otras partes del mundo, señaló Cecil.

Dietrich enfatizó que aún en los EE.UU. se podría hacer más.

"La Oficina de gestión y presupuesto estimó que casi el 60 por ciento de los niños bajo Medicaid no están siendo evaluados [por exposición al pomo] como deberían", apuntó. "Y un estudio reciente en Michigan encontró que 40 por ciento de los niños que tenían niveles en la sangre en el rango neurotóxico nunca recibían seguimiento".

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