16/3/15

Incontinencia urinaria, más que un simple goteo 16-03-2015


Incontinencia urinaria, más que un simple goteo

Cada vez aumenta más el número de hombres y mujeres que siente temor al reír, estornudar y hasta correr porque sienten un goteo involuntario que moja su pantalón, por ello prefieren no salir y quedarse en casa por miedo a no acceder a un baño fácilmente cuando tengan la necesidad de utilizarlo.

Unido a ello, también evitan beber líquidos o alimentos que estimulen la producción de orina a causa de un padecimiento silencioso pero latente: la incontinencia urinaria.

Según Mauricio Plata, médico urólogo de la Fundación Santa Fe de Bogotá y secretario ejecutivo de la Sociedad Colombiana de Urología, “la incontinencia urinaria es un escape involuntario de orina que produce problemas orgánicos, psíquicos, sexuales o sociales y que altera la calidad de vida y la convivencia de las personas, por lo que se puede definir como un síntoma clave para determinar varias afecciones”.

Aclara que esta condición es anormal desde todo punto de vista; no obstante, advierte que la gente por varias razones aprendió a asumirla como algo usual en su vida. “Esto se da por temor a tratamientos agresivos, por ignorancia, por creer que no hay tratamientos efectivos o por tomarla como parte normal del envejecimiento”.


Calidad de vida

Pese a todo, las repercusiones de esta patología van más allá del goteo de orina, el mal olor y la necesidad de usar elementos recolectores; es por ello que cuando se miran los estudios de calidad de vida, la incontinencia urinaria es de las enfermedades que más afecta al individuo, comenta el experto.

“Los efectos en la salud física se evidencian en dermatitis amoniacal, infecciones en los genitales y urinarias por el uso de pañales. Sin embargo, el principal daño es psicológico, dado que el paciente siente vergüenza por su enfermedad, tiende a aislarse, se deprime, genera una dependencia y pierde su autoestima”.

Por otra parte, se debe tener en cuenta la frecuencia de la enfermedad, ya que ésta varía dependiendo de la edad, el sexo y del tipo de incontinencia.


Por esfuerzo

Según el urólogo Plata, existen dos tipos de incontinencia, ocasionada por cosas completamente diferentes, pero que pueden coexistir juntas y en este caso se llamaría incontinencia urinaria mixta.

La incontinencia de esfuerzo es la asociada a esfuerzos físicos como correr, reír, toser o caminar, por ello, muchas mujeres excusan la incontinencia urinaria de esfuerzo, como una condición normal que viene con el paso de los años y que radica en la caída de la vejiga.

Sin embargo, la vejiga 'no se cae', advierte Plata, esta es una expresión errada usada con frecuencia, aún en el ámbito médico. Este es un trastorno del piso pélvico femenino, el cual funciona como sostén e interviene directamente en la función vesical, sexual y rectal, entre otras.

“Por eso, cuando este se altera, el esfínter uretral es insuficiente para evitar el escape de orina en situaciones de aumento de la presión intra-abdominal como toser, reír, correr o tener relaciones sexuales y es aquí cuando se presenta”.

Agrega que esta ocurre secundaria a partes como al embarazo, al envejecimiento en la mujer en la cual la parte hormonal juega un papel muy importante en los mecanismos de soporte de las estructuras encargadas de la incontinencia como es la uretra.


De urgencia

Otro tipo de incontinencia recurrente es la denominada vejiga hiperactiva o de urgencia, relacionada con el deseo imperioso de orinar o el aumento en las veces en que se va al baño a diario. “En este caso, la persona no alcanza a llegar al baño y presenta escape de orina o acude en repetidas ocasiones al baño con el riesgo latente de infecciones y malestares recurrentes”.

No obstante, los factores antes mencionados no son tan importantes, pero comienzan a jugar otros factores asociados como los malos hábitos urinarios, las personas que no van con frecuencia al baño, algo común en la mujer. “También hay otra serie de factores como el envejecimiento, que juega un papel fundamental porque al envejecer el camino que hay en los tejidos en cuanto a los depósitos de colágeno varía y al cambiar estos depósitos se producen malas contracciones en la vejiga que pueden desencadenar la hiperactividad de la forma de la vejiga”.

La incontinencia por esfuerzo es mucho más frecuente en la mujer, advierte Plata, mientras que la de urgencia ocurre con igual regularidad en ambos sexos y a medida que aumenta la edad es más frecuente.

Pero no solo es enfermedad de adultos, también los jóvenes la padecen por encima de los 12 años por fenómenos como los malos hábitos, responsables de una mala actividad de la vejiga y conductas aprendidas que los lleva a una hiperactividad de esta.

De todas maneras, aclara Plata, es necesario consultar a un especialista urólogo para que conjuntamente con el paciente se evalúen las alternativas médicas que solucionen esta enfermedad y las que se pueden desprender de la misma. Un diagnóstico oportuno mejora la calidad de vida y evita complicaciones en el paciente.


Prevención
1, En el hábito de miccionar es muy importante que la persona vaya al baño con frecuencia y no se ponga a aguantar.

2. El consumo de líquidos debe ser abundante y a la vez regulado, es decir grandes cantidades de líquido a determinada hora. En la noche es indispensable suspender el consumo de líquidos de manera que se regulariza el hábito urinario de cada persona.

3. Ciertas sustancias que pueden producir eventualmente malas contracciones de la vejiga son los cítricos, el alcohol y la cafeína.

4. Los partos vaginales son un factor de riesgo, por eso es fundamental el control por un ginecólogo para que asista el parto y revise si se presentan desgarros importantes de estructuras del área genital.

5. La rehabilitación del piso pélvico después del parto es indispensable, lo mismo que la fisioterapia.


Tratamientos

* Cuando es por esfuerzo se realiza una cirugía mínimamente invasiva, entran a jugar todas las técnicas de corrección de incontinencia con cintas libres de tensión, sin cicatrices, con mínimas incisiones y una recuperación rápida que le agiliza su reintegro laboral y con muy buenos resultados en cuanto a efectividad.

* En el caso de la incontinencia de urgencia están los fármacos que inhiben las contracciones de la vejiga, funciona más o menos bien en el 80% de las mujeres, mientras que el otro 20% debe pasar a terapias de segunda línea en las cuales se utilizan medicamentos inyectados en la vejiga como la toxima botulímica que ayuda a que las contracciones de la vejiga no sean tan fuertes.

Este tratamiento es temporal sin ser reversible, lo que indica que si a la persona le funciona puede ser inyectada más o menos a los seis o nueve meses.

Para los hombres también puede funcionar el botox, las cintas o la colocación es un esfínter urinario artificial.


La cifra

El 20% de la población puede tener incontinencia urinaria y en los adultos puede llegar a ser más de un 50%.


La frase

“Dentro de la población femenina la Incontinencia Urinaria se presenta a cualquier edad, incluso en mujeres que nunca han estado embarazadas. Sin embargo, es más frecuente con el aumento de la edad, especialmente después de los 50 años”, Mauricio Plata, urólogo de la Fundación Santa Fe.

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