Los investigadores aseguran que el hallazgo podría conducir algún día a un mejor tratamiento para los que viven al nivel del mar
Por Amanda Gardner
Reportera de Healthday
(FUENTES: Wolfgang C. Winkelmayer, M.D., Sc.D., associate physician, Brigham and Women's Hospital, and assistant professor, medicine, Harvard Medical School, Boston; Jules Puschett, M.D., senior executive associate dean, program development, professor, medicine, Texas A&M Health Science Center College of Medicine, and nephrologist, Scott & White, Temple, Texas; Feb. 4, 2009, Journal of the American Medical Association)
MARTES; 3 de febrero (HealthDay News/Dr. Tango) -- Los pacientes de diálisis que viven a grandes alturas podrían vivir más que los que viven al nivel del mar.
Según un estudio reciente de investigadores de la Harvard que publican en la edición del 4 de febrero de la Journal of the American Medical Association, los pacientes de diálisis que vivían por encima de los 1,220 metros (4,000 pies) presentaban un índice de mortalidad entre doce y quince por ciento más bajo que sus contrapartes de las tierras más bajas.
Esta información es muy valiosa para ayudar a los científicos a desentrañar la bioquímica de la función renal y a generar preguntas que deben ser respondidas por investigaciones futuras.
"Esta información nos ayuda a entender qué sucede con los pacientes de diálisis, su estado y sus perspectivas a largo plazo", señaló el Dr. Jules Puschett, vicedecano del programa de desarrollo del Colegio de medicina del Centro de ciencias de la salud Texas A&M y nefrólogo de Scott & White en Temple, Texas. "Necesitamos verificar esto con un análisis prospectivo".
Un día, sin embargo, esta información podría convertirse en terapias que mejoren la mortalidad incluso al nivel del mar.
Los investigadores habían anotado anteriormente que los pacientes de enfermedad renal en etapa final que vivían a grandes alturas paradójicamente lograban concentraciones más altas de hemoglobina (una proteína de los glóbulos rojos) incluso cuando recibían dosis más bajas de eritropoietina, una hormona que estimula la producción de glóbulos rojos.
La teoría de los investigadores es que, posiblemente, la menor disponibilidad de oxígeno a esas alturas conduzca a una mayor movilización de las reservas de hierro, lo que haría más eficiente la producción de glóbulos rojos (lo que se conoce como eritropoiesis).
Este estudio retrospectivo dio seguimiento a más de ochocientos mil pacientes de los EE. UU. que comenzaron con diálisis entre 1995 y 2004.
Luego de poco menos de un año de seguimiento, el índice de mortalidad era de 200.1 por mil años-persona a elevaciones por debajo de los 76 m (250 pies), de 212.2 a elevaciones de entre 76 y 609 m (250 y 1,999 pies), 214.6 entre 610 y 1219 m (2200 y 3999 pies), 184.9 entre 1220 y 1829 m (4000 y 5999 pies), y alcanzó el mínimo de 177.2 en alturas por encima de los 1830 m (6000 pies).
Eso quiere decir que hubo cerca de quince por ciento menos riesgo para los que estaban a mayores elevaciones, en comparación con las más bajas.
Aún así, no está del todo claro si la hipótesis inicial, que menos oxígeno equivale a más hierro y más glóbulos rojos, explica el resultado.
"Los llamados factores inducidos por hipoxia (por niveles más bajos de oxígeno) probablemente afectan a más de cien sistemas y genes, algunos de los cuales podrían afectar la supervivencia a largo plazo, como los que podrían afectar la salud cardiovascular", señaló el Dr. Wolfgang C. Winkelmayer, autor del estudio, médico asociado del Hospital Brigham and Women's y profesor asistente de la facultad de medicina de la Harvard en Boston.
Los autores también llevaron el análisis más allá al revisar datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y hallaron que la población general también tiende a vivir más a mayores elevaciones, aunque el beneficio es menor que el observado en pacientes de diálisis.
"Esta parece ser la primera observación nacional [de una relación entre la altura y la mortalidad general de la población estadounidense]", señaló Winkelmayer.
Un estudio anterior había indicado que entre los que vivían en ciudades a partir de los 1.600 m (1 milla) se enfermaban por la altura y tendían a cambiarse a alturas más bajas.
"Esto es algo que no podemos tener en cuenta [en este estudio], pero si eso realmente fuera la causa, entonces, la relación en la población general estaría atenuada y potencialmente desaparecería", lo que haría que el efecto en los pacientes de diálisis fuera aún mayor, sostuvo Winkelmayer.
http://healthfinder.gov/
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